IDEA DEFINITIVA
El
material didáctico que hemos
elaborado consta de un tablero aglomerado escogido para simbolizar una
ventana. Atendiendo a la clasificación (tipologías) de las creaciones
plásticas y visuales, nos encontramos ante una obra tridimensional
realizada en soporte madera. Para ello hemos utilizado la madera en sí y
otros materiales que previamente hemos descrito. Finalmente, con el
objetivo presente hemos utilizado la técnica de la adición (pegar, unir)
para llevar a cabo nuestra creación. La función del material es
informativa, en concreto una función explícitamente didáctica, con los
objetivos que recogemos a continuación en otra entrada (del blog).
Con respecto al contenido en sí, en dicho mural, se integran diversos elementos que actuarán a modo de “temáticas”, incluyendo dentro de las mismas, determinadas actividades que harán posible la consecución de los objetivos establecidos con anterioridad.
Con respecto al contenido en sí, en dicho mural, se integran diversos elementos que actuarán a modo de “temáticas”, incluyendo dentro de las mismas, determinadas actividades que harán posible la consecución de los objetivos establecidos con anterioridad.
Como ya hemos visto previamente, con
dichas “temáticas” o “centros de interés” se enmarcan ejercicios propios de
diferentes ámbitos, pero enmarcados, a su vez dentro de un bloque en concreto:
la expresión plástica y artística. Dentro de dichas temáticas, hablamos de:
- El Árbol del Saber:
- La Nube de los Cuentos:
- El Sol de la Geometría:
Para la creación de dichas temáticos, o
elementos que integran el mural, hemos utilizado diversos elementos de
la retórica visual, destacando principalmente la personificación.
Nuestros elementos se encuentran personificados, caracterizándolos con
forma humana y cualidades de los mismos. Este caso, se puede ver
claramente en la personificación de las vocales.
Nuestras actividades se centran
mayormente en la expresión plástica, ya que es el tema central que motiva
nuestro recurso didáctico. Atendiendo a Barragán, S. (1992), el lenguaje
plástico implica el desarrollo de procesos tales como el perceptivo, entre
otros, y el empleo de diversos materiales y técnicas.
Al mismo tiempo, la expresión plástica,
posibilita que en esta etapa se adquieran nociones básicas para la adaptación y
comprensión de su entorno, así como la iniciación al conocimiento de elementos
tridimensionales. Además, los niños y niñas de 4 años, a los que va dirigida
nuestra propuesta, pueden atender de modo favorable a la demanda de las
actividades que la integran, puesto que en esta etapa, ya se puede profundizar
en las técnicas propias de la expresión plástica y en los materiales conocidos
en niveles anteriores.
Asimismo, los niños y niñas de esta
edad, pueden realizar sin problema las actividades propuestas, ya que perciben
indistintamente los colores primarios y complementarios; son capaces de
interpretar diferentes tipos de imágenes propias de su entorno; presentan
interés y motivación por el conocimientos de las técnicas plásticas básicas y una
actitud positiva para su realización.
Por otro lado, centrándonos nuevamente
en Barragán, S. (1992), los niños y niñas pertenecientes a este nivel educativo
pueden establecer relaciones y diferencias teniendo en cuenta los atributos de
los objetos; son capaces de establecer series numéricas y desarrollar
ejercicios con formas planas (círculo, cuadrado, rectángulo y triángulo). Del
mismo modo, estamos ante niños y niñas, que según su edad, disfrutan explorando
objetos y trabajar con los mismos, así como sienten una gran motivación e
interés por las realizaciones plásticas y todo lo relacionado con la expresión
de sus sentimientos y la libertad en sus acciones.
De este modo, justificamos la elección
de contenidos propios de la expresión plástica, tales como las formas,
texturas, colores y figuras, trabajando otros ámbitos referidos a la
lógica-matemática, la lecto-escritura, el conocimiento del entorno natural,
etc. Es conveniente realizar estos conocimientos de forma lúdica y atendiendo a
las necesidades y características del alumnado.
Por otro lado, hemos de señalar que
nuestra pretensión con dicha ventana es potenciar el desarrollo sensorial, a través de experiencias visuales (colores
llamativos, formas distintas, objetos al alcance en su vida cotidiana),
experiencias táctiles (por medio de texturas diferentes) y experiencias
auditivas.
Al mismo tiempo, un desarrollo intelectual, ya que se “exige” la atención del alumnado
en ciertas actividades de relación, escucha, etc. Incluso, pretendemos un desarrollo motórico, ya que nuestra intención
es que el alumnado, al enfrentarse a nuestra ventana del saber, se sumerja en
un mundo de constante investigación y exploración, teniendo plena libertad para
escoger cualquier material, manipularlo, aportar nuevas ideas, jugar con el
mismo, etc.
Asimismo, hemos estimado oportuno
fomentar un desarrollo afectivo y
emocional, transmitiendo multitud de emociones ante la diversidad de
elementos propuestos y el modo de presentación de nuestro material que, con la
explicación del docente, despertará aún más la fantasía y curiosidad de
nuestros niños y niñas.
Así como, fomentamos un desarrollo
afectivo, puesto que las actividades que configuran nuestra ventana, da la
posibilidad de interactuar con los compañeros y compañeras, resolviendo entre
todos los problemas que se puedan plantear.
Finalmente, como tema central en nuestro
recurso didáctico, consideramos de vital importancia el desarrollo de la expresión artística y a la vez musical, criterio
que hemos querido cumplir en nuestro material.
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